La terapia cognitivo conductual puede ser un instrumento muy útil, ya sea sola o en combinación con otras terapias, para tratar los trastornos de salud mental, como la depresión, el trastorno por estrés postraumático o un trastorno de la alimentación.
Sin embargo, no todas las personas que se benefician de la terapia cognitivo conductual tienen una enfermedad mental.
La terapia cognitivo conductual puede ser un instrumento eficaz para ayudar a cualquier persona a aprender cómo controlar mejor las situaciones estresantes de la vida.
¿Por qué se realiza?
La terapia cognitiva conductual se utiliza para tratar una amplia gama de problemas. Con frecuencia es el tipo preferido de psicoterapia porque puede ayudarte rápidamente a identificar y afrontar desafíos específicos.
Generalmente requiere menos sesiones que los otros tipos de terapia y se realiza de forma estructurada.
La terapia cognitiva conductual es una herramienta útil para abordar desafíos emocionales. Por ejemplo, puede ayudarte a lo siguiente:
Controlar los síntomas de enfermedad mental
Prevenir recaídas de síntomas de enfermedad mental
Tratar una enfermedad mental cuando los medicamentos no son una buena opción
Aprender técnicas para lidiar con situaciones estresantes de la vida
Identificar formas de controlar las emociones
Solucionar conflictos en las relaciones y aprender mejores formas para comunicarse
Afrontar el dolor o las pérdidas